Bienvenida
Mi más cordial bienvenida.Gracias a cuantos visiten este blog y tengan la generosidad de dedicar parte de su tiempo a leer mis palabras. No puedo garantizar la calidad literaria de las mismas porque...
View ArticleQiso ser escritor (Soneto)
(Hay que perseverar en el esfuerzo de escribir, no desanimarse ante los fracasos, para que a ningún aprendiz de escritor nos pase lo que al protagonista del soneto)Pretendió convertir el agua en...
View ArticleSeñá Engracia, la castañera
(El humor que no falte. Por eso os ofrezco el cuento de la castañera.Si la buena mujer consigue arrancaros una sonrisa, misión conseguida)No había banqueta que pudiera albergar las dimensiones de su...
View ArticleDesamores
En el triste juego de amar sin ser amadopregunté a la humilde margarita:¿me quiere?... ¿no me quiere?...Más, ay de mí, sus hojas eran pares,y un no, temido y esperado, me dio como respuesta.Era rubia,...
View ArticleAmor equivocado
Me perseguía, preguntaba por mí a todas horas,me atosigaba.Se cambiaba de acera para cruzarse conmigo.Me miraba de forma abrasadora. Estaba enamorada de mí.Yo de ella no…Su madre, monumento de mujer,...
View ArticleLa pataleta
Cuando no me hablas me da la pataleta…eso me dijo y volví a encandilarme.Yo estaba coladito por ella,ella jugaba conmigo.Cuatro veces le confesé mi amor;cuatro veces respondió con evasivas,y por un...
View ArticleAbandono
Ella me dijo:Agárrate a la brocha que me llevo la escalera…Después dijo:Agárrate a la pared que me llevo el suelo…Y se llevó el suelo y la escalera.Luego se llevó pared y brocha.Al fin dijo:Agárrate a...
View ArticleSoledad
Amanecía…Sentí su aliento en mi cara y dejé de respirar para que no despertara.Más, de pronto, despertó,se escabulló entre las sábanasy por más que la busquéno fue posible encontrarla.Aunque, tal vez...
View ArticleEl fantasma de mi jefe
Mi jefe fue un fantasma en vida. Su máxima aspiración era epatar a todo el mundo. Su casa, su coche, su televisor, todo lo suyo era mejor que lo de los demás. Don Rodrigo era un mal bicho. Perjudicaba...
View ArticleHistorias de una vida. La zarza ardiente.
De los trece a los diecinueve años tuve los dos mejores amigos que un adolescente puede tener. El grupo lo formábamos doce personas, pero los más unidos —uña y carne decían los demás con envidia—...
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